Encerrando el verano en tarros de cristal y recuerdos 2

Ya se ha acabado el verano de verdad. Una pena, aunque aquí ya no se notaba demasiado. Ya lo echo de menos (desde hace tiempo en cualquier caso…), ya ha empezado a refrescar y es un fastidio, lo único bueno es que ya he hecho mi primer pozal de lentejas y una sopa muy rica. Además de los platos de cuchara el otoño da más ganas de hornear.

Pero en fin, que yo quería hablar de aquel entonces cuando era verano de verdad aquí, si es que eso ha ocurrido alguna vez aquí. La cuestión es que encontré ruibarbo en el supermercado, aquí parece bastante frecuente, al contrario que en España. Cuando estuve en UK descubrí su existencia pero no me atreví a probarlo. En cuanto los vi aquí pensé: «de esta vez no pasa».

La verdad es que tiene un sabor bastante especial, muy ácido. Hice 2 pruebas, y mirad qué distintos resultados:

¿Quién diría que vienen de la misma materia prima, verdad?

Hice compota de ruibarbo y resultó la amalgama verdosa-amarillenta de la foto de arriba y de abajo. A palo seco, no lo recomiendo, de hecho, dudo que repita… Demasiado ácido y fibroso para mí. Eso sí, en el libro que venía la receta recomendaban tomarlo con natillas caseras. Al final no tuve tiempo para hacer las natillas, pero tenía a mano este arroz con natillas e hice la prueba. El sabor mejoraba sensiblemente, qué alivio. Aún así, no repetiré, creo que a mucha gente le espantaría el aspecto (incluso a mí jaja).

Pero bueno, luego hice la segunda prueba, un sirope de ruibarbo y rosas, una receta de Heidi Swanson. Maravilloso. El sabor, el color, el olor… ¿Cómo puede cambiar tanto el resultado?

Mirad qué elegancia de sirope al servirlo mezclado con agua (lo lógico sería mezclar con soda, pero no me gustan nada las bebidas con gas). Heidi Swanson también sugiere mezclar con yogur, también probé, delicioso igualmente. Aunque hice demasiado… Al año que viene (sí repetiré, en este caso, sí) haré menos cantidad.

En fin, poco a poco hay que irse despidiendo de las recetas que recuerdan al calor y pantalones cortos… Ay. Solo espero que ahora al ir a la escuela ¡no me llueva de camino en la bici!

¡¡Que sea leve vuestro lunes!!

P.S.: Por cierto, Mercedes de SweetHoneyBunny también ha hecho el sirope, todavía no me ha dado tiempo a comentarla y avisarle de la coincidencia, pero si os gusta el resultado, ella os enseña otra forma de tomarlo y la receta es similar a la que yo he usado y en castellano (se parece mucho a la que usé yo, solo que le eché sirope de rosas… que le daba un aroma maravilloso)

13 respuestas a “Encerrando el verano en tarros de cristal y recuerdos 2

  1. akane86

    Ya te imaginarás que yo ando como loca esperando sacar la chaqueta y guardar la manga corta :P. Pero es verdad que cuando se vive en zonas donde el calor y el sol escasea, pues se echa mucho de menos.

    Yo adoro el ruibarbo! En Suiza es muuuuuuy común, mi abuelo lo plantaba y todo. Allí se hacen muchas tartas y pasteles con ruibarbo, en trocitos y todo, y está de muerte. En Madrid compré una mermelada de Le Pain Quotidien y estaba muy rica, creo que por su textura y su acidez, como comentas, es mejor hacer mermelada con mucho azúcar que no una compota. Pero seguro que yo me comía la compota igual :P.

    Ánimo con el frío, dale fuerte a la bici para entrar en calor!

    Un abrazo

    • Ana

      Apenas recuerdo en qué momento llevé manga corta en 2012… la única señal que me queda del verano es el moreno de las chanclas en mis pies :-P

      Al ruibarbo le daré más oportunidades probándolo fuera de casa, a ver cómo lo preparan otros ;-)

      ¡¡La verdad es que lo de la bici se nota muchísimo!! Este año no pienso dejarla aparcada para nada (bueno, cuando hiele, igual sí xD)

      ¡Un abrazo!

    • Ana

      La verdad es que en España sigue siendo algo raro de encontrar, es curioso que haya algo difícil de encontrar a estas alturas. A lo mejor es por lo poco que dura. En menos de una semana se pocha.

      Prueba mejor la compota ;-)

      ¡Un beso!

  2. enmilbatallas

    No sabes qué curiosidad me provoca siempre el ruibarbo, algún día lo probaré, nunca se me ha puesto a mano. La verdad es que la bebida de sirope tiene una pinta impresionante, preciosa, etérea casi.
    Besos.

    • Ana

      Sí que me imagino tu curiosidad, porque creo que a mí también me embargaba ;-D

      Sí, la verdad es que el sirope queda estupendo para presentar de casi cualquier manera.

      ¡Un besote!

    • Ana

      Sí, la verdad es que es curioso que ahora pudiendo probar todo tipo de frutas de la otra punta del mundo, el ruibarbo se resiste a cruzar fronteras.

      ¡Me alegro de que te haya gustado el sirope, muchas gracias!

  3. mortiziia

    Lo conocí en Alemania (de hecho hasta aprendí la palabra a través del alemán, Rhabarber, nunca había escuchado «ruibarbo» en mi vida) pero nunca me he atrevido a preparar yo nada con él. He comido yogures y tartas, en Alemania e Inglaterra es muy popular y aquí en tartas de la abuela también, pero me impone un poco. ¡Te admiro por ser capaz de enfrentarte a él en crudo y sacarle partido!

    • Ana

      Sí, a mí también me costó porque lo primero que oí fue rhubarb en inglés, aquí se dice igual que en alemán.

      Pues nada, como ves el enfrentamiento acabó en empate, pero al menos ya lo he probado, a ver qué se me ocurre hacer con él al año que viene ;-)

  4. No+ tuppers de mamá (@nomastuppers)

    Sigo con la batería y aprovecho para comentarte. El ruibarbo es algo que en un principio me repelía y ahora me atrae bastante. Tengo más que pendiente probar las deliciosas tartas que hacen en UK, donde son especialistas en repostería. Qué belleza el agua con ese color tan sutil que le da el rojizo del ruibarbo. Eso sí, con moderación, no te entusiasmes comprando como si no hubiera mañana :-P. Por cierto, se ha acabado el verano, sí, pero estamos en otoño que, al fin y al cabo, es la antesala de la (en mi opinión) época más maravillosa del año, ¡el invierno! Llega el tiempo de jerseys, edredones, caldos calentitos y estofados. ¡Qué buenos!

    • Ana

      A mí casi que me gusta más el otoño que el invierno. Tiene prácticamente lo mismo (edredones, jerseys, sopas, caldos, guisos) y los colores son más bonitos ;-)

      Y no te preocupes, con el ruibarbo es muy fácil ser moderado, ¡solo lo venden 2 ó 3 meses al año!

  5. Paula

    A mí me gusta y disgusta a partes iguales este nuevo tiempecito… Eso de tener frío al levantarse o al salir para ir a trabajar es un tanto asquerosillo… Pero meter los pies en el charco, ponerse botas, abrigarse bien y sentarse con la mantita másmola!! :P

    Jo, a mí me encanta el ruibarbo!! No lo he probado así en esa compotilla, solo en mermelada y en trocitos en alguna tarta, en Alemania y Francia, ¡¡¡es taaaaaaaaaan genial!!!
    Bueno, igual sí he probado algo parecido, compré una especie de natilla con ruibarbo, y algún extraño tropezoncillo contenía… grr

    Se me ocurre que tal vez con la compota se pueda hacer una especie de tarta, tipo masa de hojaldre o brisa, y luego rellenarlo con una especie de crema pastelera hecha con eso (tal vez triturándolo para no tener esa textura?). Bueno, tómatelo con arroz con leche, no te sobrará aún mucho, ¿no?

    Un besito!!!!!!!

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